Densitometria osea de columna y femur
¿Qué es la Densitometría Ósea?
La densitometría ósea es una prueba que mide la densidad de los huesos para determinar si una persona está en riesgo de padecer osteoporosis o fracturas. Constituye una herramienta útil y eficaz en el diagnóstico y control de enfermedades que afectan la densidad ósea.
Densitometría Ósea de Columna y Fémur
Las áreas más comunes en que se realiza la densitometría ósea incluyen la columna lumbar (también conocida como la columna baja) y el fémur. Ambas áreas son críticas para la movilidad y están expuestas a altos niveles de estrés, lo que las hace susceptibles a fracturas.
Motivos para Realizar una Densitometría Ósea
- Sospecha de osteoporosis.
- Seguimiento de una osteoporosis ya diagnosticada.
- Evaluación de riesgos futuros de fractura.;
- Antecedentes familiares de osteoporosis.
Procedimiento de la Densitometría Ósea
La densitometría ósea es un procedimiento sencillo, rápido y no invasivo. Se realiza con un aparato llamado densitómetro que mide la cantidad de calcio y otros minerales presentes en una sección definida de hueso.
Preparación para la Densitometría Ósea
Para asegurarse de obtener resultados precisos, es importante seguir ciertas pautas antes de la prueba, tales como evitar la ropa con hebillas metálicas y evitar tomar calcio, vitamina D y ciertos medicamentos que pueden afectar la densidad ósea el día de la prueba.
Interpretación de los Resultos
Los resultados de la densitometría ósea se expresan en dos números: la Densidad Mineral Ósea (DMO) y el T-score. El T-score compara la densidad ósea del paciente con la de una persona joven y sana del mismo sexo. Valores del T-score por debajo de -2.5 se consideran indicativos de osteoporosis.
Tratamiento y Cuidado
Si los resultados de la densitometría ósea indican la presencia de osteoporosis, existen diferentes tratamientos disponibles y hábitos saludables que se pueden incorporar en la vida diaria para mejorar la salud ósea.
- Ejercicio físico regular.
- Una alimentación rica en calcio y vitamina D.
- Evitar el tabaco y limitar el consumo de alcohol.
- Tratamientos médicos como bifosfonatos, calcitonina, hormona paratiroidea, entre otros.