Prolactina serica
¿Qué es la prolactina sérica?
La prolactina sérica es una hormona producida por la hipófisis anterior, una pequeña glándula ubicada en la base del cerebro. Su función principal en las mujeres es estimular la producción de leche después del parto, aunque también está presente en los hombres.
Funciones de la prolactina
Además de su función en la lactancia, la prolactina tiene varias otras funciones en el cuerpo. Entre las más importantes se incluyen:
- Desarrollo mamario durante la pubertad
- Regula la función del sistema inmunológico
- Interviene en el comportamiento sexual y en la sensibilidad al dolor
Por tanto, es una hormona con una gran importancia en el organismo.
Valores normales de prolactina sérica
Los niveles normales de prolactina pueden variar dependiendo del laboratorio, pero generalmente, se consideran normales los siguientes valores:
- Mujeres no embarazadas: 5 a 25 ng/mL
- Mujeres embarazadas: hasta 200 ng/mL
- Hombres: 2 a 18 ng/mL
Niveles altos de prolactina
Cuando los niveles de prolactina son mayores de lo normal, se le llama hiperprolactinemia. Algunas de las causas que pueden provocarlo incluyen:
- Embarazo y lactancia
- Enfermedades de la hipófisis
- Insuficiencia renal
- Medicamentos que afectan los niveles de prolactina
Síntomas de la hiperprolactinemia
Algunos de los síntomas que puede presentar una persona con hiperprolactinemia incluyen:
- En las mujeres, períodos irregulares o ausencia total de ellos, infertilidad, producción de leche sin estar embarazada o lactando y disminución del deseo sexual.
- En los hombres, disminución del deseo sexual, impotencia, infertilidad, aumento de las mamas y disminución del vello corporal.
Niveles bajos de prolactina
Es menos común que los niveles de prolactina sean bajos, pero puede ocurrir en ciertos casos. Generalmente, no lleva a problemas de salud a menos que una mujer esté amamantando.
Tratamiento para trastornos de prolactina
Si los niveles de prolactina no son normales, el tratamiento depende de la causa. Puede incluir cambios en el estilo de vida, medicamentos y en algunos casos, cirugía. Consulta a tu médico si tienes síntomas preocupantes.